Gotas de Reflexión
Muchas veces al conversar con clientes, alumnos, conocidos o sencillamente colegas, debo enfrentar el paradigma, de que muchos creen que las personas gastan dinero en asuntos que, por obligación, deben ser atendidos necesariamente por responsables de ciertas áreas, tan solo por gusto.
Siempre aprovecho la ocasión para aclarar que eso no es así, si las personas contratan a compañías de seguridad, es por razones específicas, es decir, no se sienten seguros; si compran generadores eléctricos (con excepciones lógicas como hospitales, clínicas, centros de atención humana, etc.) es porque el sistema eléctrico (al cual se paga por cierto, por el servicio), no ofrece una prestación confiable; si contratas un personal para que barra las calles de tu urbanización, es que la compañía responsable del barrido de las mismas, no lo tiene en su alcance o sencillamente no lo lleva a cabo.
Normalmente estos servicios básicos son competencia del ejecutivo en cualquiera de sus rangos (municipal, regional o nacional), nadie gasta su dinero en cosas por las cuales ya sufraga, ya sea en forma de impuestos, como en forma directa (como en el caso de la electricidad, telefonía, saneamiento, etc); si lo hace, es que no está obteniendo el servicio, y en algunos casos si lo obtiene, no es como él deseara que fuese.
La proliferación de pozos de agua, también responde al mismo planteamiento, ¿quién en su sano juicio desea gastar miles de dólares en la perforación y equipamiento de un pozo? Si para eso, está la hidrológica local, designada para dotar de agua a tu urbanismo, pueblo, ciudad o municipio.
La situación que se ha venido desarrollando en torno a este tema, es el grito silente de una población que se encuentra desasistida, ante un recurso que es vital, sin el cual la vida no es posible; el tener agua de calidad y en cantidad adecuada, no es un lujo, es sencillamente una necesidad.
Sin ahondar en temas ligados a la ética humana, ni a las responsabilidades que como prestadores del servicio tienen las hidrológicas; la construcción desaforada de pozos tiene muchas aristas, en donde, se ven involucrados los ejecutivos antes mencionados, las compañías hidrológicas prestadoras del servicio, pero también los profesionales del ramo de la perforación, quienes han aprovechado la crisis, para prestar una asistencia a sus clientes, con muy bajo profesionalismo.
La autoridad supervisora del agua subterránea tampoco se ha proyectado como debe, ante esta realidad, no ha tomado cartas en el asunto como el de alertar a los ejecutivos y empresas hidrológicas de las consecuencias del muy mal servicio prestado, ni tampoco los ha exhortado a mejorar su desempeño. Pero tampoco se ha propuesto ordenar al emergente mundo de los perforadores, ni tampoco creado campañas, para los que contraten estos servicios, conozcan los pormenores que hay detrás de la operación de esta red de pozos emergentes.
Más allá de que la problemática fundamental de la crisis del agua que se vive, es consecuencia de la gerencia y liderazgo de quienes lideran la gobernabilidad del país, hay una responsabilidad compartida en cómo se han enfrentado las oportunidades.

MSc. Nicola Ceci
Director de EWS C.A.
Miembro del Comité Coordinador de GWP Venezuela / AveAgua
Miembro de GWP Venezuela / AveAgua